miércoles, 22 de febrero de 2012


Y pensándolo bien, hace un año de aquel cielo que siempre parecía a punto de llover pero que jamás perdía su color azul celeste... ese precioso azul celeste lleno de ilusiones, de sonrisas tímidas y cómplices miradas.

Ahora, un año después, veo borrosa esa capa que cubre nuestras cabezas llenas de recuerdos aún superficiales. El precioso azul se perdió y solo queda un gris confuso, acompañado de nubes que predicen lluvia... pero aún no hay rastro de ella.